Fauna de aguas profundas: Introducción
La luz solar tan sólo penetra en el océano aproximadamente en
los primeros 200 metros. A partir de dicha profundidad, encontramos una zona de
oscuridad perpetua, aguas gélidas y elevadas presiones. Es una de las zonas más
hostiles de la Tierra, pareciendo imposible que se pueda desarrollar vida en
ella. Pero no es así.
Foto: National Geographic |
Ilustración: Diego Quintana Rojas |
Ya que los peces abisales viven sin luz han tenido
que desarrollar una serie de mejoras sensoriales que les permitan poder cazar
en un ambiente misterioso. Algunos peces incrementan la sensibilidad de sus
ojos, haciendo que éstos capten un pequeño ápice de luz proveniente de la
superficie. Lo mismo sucede con el olfato y los órganos electrorreceptores
tales como la línea lateral y las ampollas de Lorenzini, especialmente en
elasmobranquios.
Muchas especies presentan colores
de tonalidades rojas y amarronadas debido a que el color dominante en esas
profundas aguas es el azul oscuro, debido a que dicho color posee una longitud
de onda mucho mayor que otros, y por lo tanto penetra más que los otros
colores. Por lo que gracias a esas tonalidades pueden estar camuflados. Algunos otros han desarrollado cuerpos transparentes para lograr el mismo
efecto. Presentan cuerpos con formas poco hidrodinámicas, debido a que su estilo de caza consiste en flotar y esperar que a una presa esté a su
alcance.
Pero a dicha presa se puede cazar
con sigilo o con ingenio, y para ello existe la bioluminiscencia. Dicha
característica les permite generar luz mediante una reacción enzimática. Con
ello pueden atraer peces hacia la luz para cazarlos o también pueden generar
luz para ahuyentar a posibles depredadores haciéndoles pesar que se tratan de
un organismo de mayor tamaño. Por eso mismo hay que destacar la
forma de las bocas que poseen, las cuales son muy grandes en comparación al
cuerpo y están prácticamente conectadas al estómago. Esto se debe a que es un
lugar en el que uno no se lo puede pensar dos veces.
A continuación describiremos dos especies representativas de las profundidades oceánicas:
Tiburón anguila o de gorguera (Chlamydoselachus anguineus):
Se trata de uno de los tiburones más primitivos conocidos.
Tiene aspecto anguiliforme y alargado, con una cabeza aplanada y una gran boca
con dientes como agujas separados entre sí. Posee seis hendiduras branquiales.
Sus aletas son chatas y aplanadas, haciendo que su cuerpo se asemeje al de una
anguila.
Foto: Alien Sharks: The Frilled Shark |
Estos tiburones prefieren aguas profundidad, hasta los 1500
metros, aunque se han dado casos de avistamientos en superficie. Posee una
distribución amplia pero muy discontinua, encontrándose en países como Japón,
Australia, Reino Unido y España.
Se trata de un tiburón que caza activamente, nadando y
buscando a su presa, la cual suele ser el calamar. Es conocida su costumbre de
nadar con la boca abierta, presumiblemente para atraer presas con sus dientes
blancos. Una vez la presa se encuentra cerca del tiburón, este se abalanza sobre
ella de una manera similar a como lo hacen las serpientes.
Se trata de una especie ovovivípara, cuyas crías se alimentan de enormes huevos uterinos, ya que al principio es difícil para ellas encontrar alimento en el ambiente hostil que habitan. Su periodo de gestación es uno de los más largos conocidos, aproximadamente entre uno y dos años.
Pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides):
Otra curiosísima especie de las aguas profundas es el pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides), la cual tiene una distribución muy extensa, ya que está presente en casi todas las aguas del mundo en profundidades que oscilan entre los 500 metros y los 7625 metros.
Foto: Eel with mouth like a pelican |
Estos peces poseen una larga aleta caudal en forma de cola, la cual termina en un fotóforo, el cual es bioluminiscente. La luz que emite es rosácea, aunque a veces puede emitir flashes rojos, con el objetivo de atraer a sus presas.
Una vez atraídas a sus presas, siendo éstas pequeños crustáceos, cefalópodos y peces, los engulle con su enorme boca repleta de dientes, la cual puede dilatarse mucho permitiendo así poder alimentarse a modo de red filtradora o de animales de gran tamaño. A pesar de su aspecto estrecho no quiere decir que no se alimenten de animales más grandes, ya que su estómago y por ende su alargado cuerpo son muy elásticos, por lo que se pueden expandir sin problemas. Dichos peces de gran tamaño suelen ser los lanzones (Alepisaurus spp.), los cuales pueden alcanzar tamaños de 2 metros de longitud.
Foto: Deep Sea Photography |
Aquí termina la primera entrada de fauna de aguas profundas, aunque publicaremos más entradas relacionadas con este tema donde describiremos más especies.
¡Un saludo y nos vemos en la próxima entrada!
Pol Carrasco y Antonio Gómez
BIBLIOGRAFÍA
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