Los gigantes pigmeos

Los cetáceos son de los animales más grandes que han nadado en los océanos, pero entre las 86 especies vivas que existen, hay muchas diferencias, especialmente en lo que corresponde al tamaño de éstos. Todos conocemos al infame cachalote (Physeter macrocephalus), perteneciente a la familia de los fisetéridos (Physeteridae), sin embargo siempre solemos ignorar al otro género que existe... El género Kogia, el género de los misteriosos cachalotes pigmeos, que, a lo largo de la posterior recopilación, indagaremos sobre sus curiosidades y también serán descritos.

Figura 1: Los tres representantes de la familia Physeteridae. Fte.: All Sperm Whale Species - Species List (YouTube).
Los kógidos, género Kogia, son unos cetáceos de pequeño tamaño, entre los 2.5 y 4.0 metros de longitud total. Poseen un aspecto muy similar al cachalote (P. macrocephalus), sin embargo son de tonalidades grisáceas. Aparte de ser pequeños, su género también lo es, debido a que tan solo existen 2 especies, el cachalote pigmeo (Kogia breviceps) y el cachalote enano (Kogia sima). De los cuales se puede observar que son bastante similares. No obstante, la aleta dorsal del cachalote pigmeo (K. breviceps) es más corta que la del cachalote enano (K. sima), también es posible observar que éste último posee una cabeza más protuberante que el cachalote pigmeo (K. breviceps).


Figura 2: Arriba K. sima y abajo K. breviceps. Fte.: Voices in the Sea - Scripps Whale Acoustic Lab; Pieter Folkens.
La principal pregunta que se hacen varios científicos y curiosos, como nosotros, es la de dónde viven estos curiosísimos cetáceos... Su distribución es bastante errante, esto se debe a que son especies extremadamente esquivas y raras de observar por lo que es complicado determinar su distribución. Sin embargo mediante sus varamientos y el encuentro de ejemplares muertos ha ayudado a elaborar un mapa de su distribución. Cabe destacar el varamiento que se halló en Fuerteventura el día 15/11/2016, por desgracia muerto, el único hasta la fecha en territorio español.

Figura 3: Distribución general del género Kogia. Fte.: Voices in the Sea - Scripps Whale Acoustic Lab.
Como se ha mencionado anteriormente, son especies muy raras de observar, por ello están catalogadas como especies con datos deficientes (IUCN), aunque lo más probable es que se encuentren es un estado vulnerable (IUCN) debido a la más que probable escasez de ejemplares. Cabe mencionar que son especies que se mueven en grupos de unos 6 ejemplares aproximadamente, dichos grupos suelen variar según el sexo y la edad, pero poco se sabe acerca de estos curiosos animales.

Tienen un comportamiento muy tímido, ya que al ascender a la superficie apenas pasan tiempo allí además de que no se acercan a las embarcaciones. Una vez en la superficie suelen desplazarse lentamente e incluso permanecer inmóviles, éste último conocido como "logging". Aunque a veces se les ha visto realizar saltos fuera del agua, pero en raras ocasiones. Cabe mencionar que sus soplidos no son visibles, añadiendo aun más dificultad a sus avistamientos. Una vez han descansado y tomado aire, se hunden verticalmente de forma lenta sin mostrar su aleta caudal. El enseñar la aleta caudal antes de sumergirse por completo se le conoce como "fluking".

Figura 4: Un saltarín K. breviceps. Fte.: Pedro Madruga.
Estos pequeños cetáceos se comportan de una forma extremadamente similar al cachalote (P. macrocephalus), y no es para menos debido a que poseen una dieta similar a éste último pero obviamente de menor tamaño. Ya que los Kogia alcanzan profundidades que rondan entre los 400- 3500 metros, aunque es más frecuente que bajen a unos 400-1000 metros, pero a pesar de la profundidad les gusta estar cerca de vertientes, al igual que los zifios (Ziphiidae) ya que ambos  curiosamente ocupan el mismo nicho ecológico, sin embargo los zifios pueden bajar a mayores profundidades por lo que se podrán alimentar de otras presas, por ello los Kogia procurarán mantenerse en aguas más mesopelágicas. Una vez allí abajo depredan a los cefalópodos, especialmente calamares, los cuales son acorralados contra dicha vertiente, y comidos por los afilados dientes de los Kogia, aunque se han hallado evidencias anatómicas de que son capaces de succionar a sus presas, tal y como lo hace el delfín mular (Tursiops truncatus). Sin embargo, también se han hallado peces y crustáceos en los contenidos estomacales de ejemplares muertos, aunque se hallaron en menor medida que los calamares. Cabe mencionar el uso de la ecolocalización que emplea para la caza y detección de sus presas en las oscuras aguas mesopelágicas.

Figura 5: Los "pequeños" dientes de un K. breviceps. Fte.: Rhys Jones.
En cuanto a la ecolocalización, se debe mencionar que esta especie no es capaz de realizar silbidos, por ello emplean los clicks. Éstos suelen predominar en frecuencias de unos 120-130 kHz, aunque también se han grabado sonidos a frecuencias más bajas.

Como se puede apreciar en los siguientes enlaces, el primero de éstos se trata de los sonidos producidos por el cachalote pigmeo (K. breviceps), mientras que el segundo es del cachalote enano (K. sima). Gracias a estos audios y sus espectrogramas, ambos obtenidos por el Scripps Whale Acoustic Lab, se puede apreciar lo anteriormente dicho, por desgracia son muy escasos. También aprovecho para dejaros un interesante y reciente artículo científico en el que estudió la intensidad de los clicks de los cachalotes enanos (K. sima) en las Bahamas, Guam y en cautividad, tal y como se aprecia en la posterior figura. Gracias a ello se pudo observar que existen diferencias en los clicks que producen son extremadamente similares a los de un cachalote pigmeo (K. breviceps) y a otros delfínidos, sin embargo todavía no es posible distinguir sonoramente a estas dos especies de cachalotes.

Figura 6: Clicks de K. sima en las Bahamas. Fte.: (Merkens et al., 2018).
Pero esta especie no es precisamente un colosal depredador como lo es el cachalote (P. macrocephalus), sino que más bien es depredado por otros animales, y éstos son la orca (Orcinus orca) y el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), los dos mandamases los océanos. Pero los Kogia han desarrollado un técnica para escapar extremadamente similar a la que irónicamente emplean sus presas favoritas, los calamares. Dicha técnica conocida como "inking", consiste en la expulsión de un líquido amarronado, puede sonar muy raro viniendo de un cetáceo, pero así es. Gracias a este líquido, el cual  se halla almacenado en una bolsa en el intestino, y se cree que podría estar formado por restos fecales y/o sanguíneos e incluso por la tinta de los calamares que consume. Pero sea lo que sea, este líquido les permite crear una nube de unos 100m², permitiéndoles escapar de cualquier amenaza.

Figura 7: Una joven orca (O. orca) alimentándose de un K. sima. Fte.: Charlotte Dunn; (Dunn and Claridge, 2013).
Aparte de sus depredadores, estos pequeños cetáceos están expuestos y sufren bastantes amenazas de origen antrópico. El enmarañado en redes de pesca suele ser bastante común, y ya no solo con los Kogia sino con muchas especies de cetáceos. Las colisiones con embarcaciones también suele ser común, especialmente con lo dicho anteriormente, que estos pequeños cetáceos son bastante lentos en la superficie, siendo así vulnerables a esta amenaza. También existe el ruido oceánico, el cual como bien dice es el ruido antrópico que generamos de muchas formas, esto no hace más que aturdir y confundir a los cetáceos, afectando a la ecolocalización. Actualmente se trata de un interesante campo de estudio el cual sirve para valorar la presión antrópica sobre los océanos, desde la perspectiva sonora. Por último y no menos importante, se halla la basura marina, siendo una amenaza bastante directa, debido a que la ingesta de basura puede producir la muerte por sofocamiento, y otras causas por supuesto. Me gustaría destacar el rescate de un cachalote pigmeo (K. breviceps) en un mes de mayo del 1994. Éste se llamaba Inky, su nombre clara mención al "inking", y tuvo que ser rescatado debido a la ingesta de basura marina, principalmente plásticos y un anzuelo. Esta historia tuvo un final feliz para Inky, el cual se recuperó y pudo volver al océano. A continuación estará el pequeño documental que se hizo sobre su rescate, personalmente recomiendo verlo en YouTube en una pestaña aparte.

Figura 8: Vídeo del rescate de Inky (K. breviceps). Fte.: YouTube.

Si has llegado hasta aquí primero me gustaría daros las gracias por haber visitado esta entrada, y sí, es un más larga de lo normal debido a que se ha realizado una recopilación, en la mayor medida posible, de información sobre el misterioso y huidizo género Kogia. También aprovecho para decir que hay más entradas en mente y serán publicadas al ritmo que la carrera desee, cosas de universitarios vaya.

Sin más dilaciones... ¡Muchas gracias por vuestra visita! Si os ha gustado podéis leer más entradas e incluso compartirlas por redes sociales, cosa que ayudaría muchísimo a la divulgación sobre nuestro querido, bello y amenazado océano.

¡Nos vemos en el otro lado del océano!

Pol Carrasco.



BIBLIOGRAFÍA:


  • Beatson, E. (2007). The diet of pygmy sperm whales, Kogia breviceps, stranded in New Zealand: implications for conservation. Reviews in Fish Biology and Fisheries, 17(2-3), pp.295-303.
  • Bloodworth, B. and Marsharl, C. (2005). Feeding kinematics of Kogia and Tursiops (Odontoceti: Cetacea): characterization of suction and ram feeding. Journal of Experimental Biology, 208(19), pp.3721-3730.
  • Dunn, C. and Claridge, D. (2013). Killer whale (Orcinus orca) occurrence and predation in the Bahamas. Journal of the Marine Biological Association of the United Kingdom, 94(06), pp.1305-1309.
  • Dunphy-Daly, M. (2018). Temporal variation in dwarf sperm whale (Kogia sima) habitat use and group size off Great Abaco Island, the Bahamas. Master. Florida International University.
  • Merkens, K., Mann, D., Janik, V., Claridge, D., Hill, M. and Oleson, E. (2018). Clicks of dwarf sperm whales (Kogia sima). Marine Mammal Science, 34(4), pp.963-978.
  • Reeves, R., Stewart, B., Clapham, P. and Powell, J. (2005). Guía de los mamíferos marinos del mundo. Barcelona: Omega.
  • Staudinger, M., McAlarney, R., McLellan, W. and Ann Pabst, D. (2013). Foraging ecology and niche overlap in pygmy (Kogia breviceps) and dwarf (Kogia sima) sperm whales from waters of the U.S. mid-Atlantic coast. Marine Mammal Science, 30(2), pp.626-655.



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